UNSA integra la Red de Geodesia Espacial de la NASA

El Observatorio de Characato de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa forma parte de una de las redes más importantes de la Nasa (Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio)

Este centro de investigación de la Casa Agustina pertenece a la GGOS Space Geodesy Network (Red de Geodesia Espacial), que es el Sistema de Observación de la Asociación Internacional de Geodesia (IAG).

Este trabaja para proporcionar la información geodésica necesaria para monitorear el sistema de la Tierra y la investigación del cambio global. Los datos enviados desde el observatorio de Characato permiten la elaboración de mapas detallados de la tierra.

Por lo que, la incorporación del Observatorio de Characato se suma a los objetivos de esta red, en el marco de una colaboración y asociación conjunta, una integración al más alto nivel, en servicio a la comunidad técnica y a la sociedad en general.

Los miembros de la GGOS, sus investigaciones y servicios relacionados abordarán los problemas científicos relacionados con la geodesia y la geodinámica en el siglo XXI, pero también temas relevantes para la sociedad como la gestión global de riesgos geográficos, recursos naturales, cambio climático, pronóstico de tormentas severas, nivel del mar, estimaciones y predicciones oceánicas, clima espacial, y otros.

Datos:

La Era Espacial en Arequipa se remonta con exactitud al año 1957, en el cual se firma un acuerdo que hizo posible su inicio, con la misión de observar los primeros Satélites Artificiales que el hombre colocó en la órbita de la Tierra.

Un hito para la ciudad y el Perú, fue aquella Primera Observación exitosa tomada de un Satélite Artificial en el Observatorio de Characato con una de la Cámaras Baker-Nunn, el día 4 de Julio de 1958. Desde aquel momento, en el Observatorio de Characato continuaron las observaciones con diferentes técnicas de medición que evolucionaron tanto cuantitativa como cualitativamente, permitiendo una mayor precisión de los datos obtenidos con diversas aplicaciones científicas.

Esto fue posible a importantes acuerdos internacionales con la Agencia de Administración del Aire y del Espacio (NASA) y con su colaboradora en los años 1957 el Smithsonian Institution a través del Smithsonian Astrophysical Observatory (SAO)