El equilibrio entre el crecimiento urbano y la preservación del medio ambiente es un desafío en espacios académicos de gran extensión. Frente a esta realidad, las universidades han asumido un rol clave en la implementación de estrategias sostenibles que garanticen la conservación de áreas verdes y promuevan la educación ecológica.
La Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA) ha consolidado un plan integral de reforestación y mantenimiento ambiental. Desde hace más de tres décadas, la Subunidad de Jardinería gestiona la siembra de 100 árboles por año y aplica una política de compensación arbórea que exige plantar seis ejemplares por cada uno retirado.
Ejecutar proyectos a largo plazo prevé la plantación de árboles mediante campañas anuales de arborización en sus tres campus, con la participación de estudiantes y docentes. Estos esfuerzos tienen como objetivo la recuperación y expansión de espacios naturales dentro de la universidad.
Áreas verdes alrededor del Hospital Docente y las filiales en provincias también son consideradas en estas iniciativas sostenibles. Del mismo modo, los nuevos proyectos de mejora incluyen la reforestación con especies nativas para fortalecer los ecosistemas locales. Acciones como estas buscan mitigar el impacto ambiental de la expansión universitaria y generar microclimas en beneficio de la comunidad.
El involucramiento estudiantil es clave en esta estrategia. Jornadas como la Cruzada Verde Agustina y caminatas ecológicas han convocado a cientos de alumnos en labores de siembra y concienciación ambiental. Estas actividades fomentan una cultura ecológica dentro de la formación profesional, vinculando teoría y práctica en la sostenibilidad.
Más allá de la reforestación, la UNSA apuesta por reducir su huella ecológica con medidas como la eliminación del plástico de un solo uso y la digitalización académica. La combinación de estas políticas reafirma su compromiso con la sostenibilidad y refuerza su papel en la protección del entorno natural en el ámbito universitario.
