El dinamismo del sector minero en el Perú, con once proyectos en marcha y una fuerte concentración de inversiones en Arequipa, marca la pauta de los retos que enfrenta la formación universitaria. Con iniciativas como Cerro Verde, Zafranal, Pampa de Pongo y Tía María, que suman 6.9 mil millones de dólares en inversión, la región se posiciona como un eje estratégico que demanda profesionales altamente capacitados.
En este contexto, la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA) celebró la ceremonia de imposición de cascos a los ingresantes de la Escuela Profesional de Ingeniería de Minas. Este acto protocolar, acompañado por autoridades, docentes y administrativos, simboliza el inicio de la vida académica de los nuevos estudiantes y su compromiso con una de las carreras más vinculadas al crecimiento económico del país.
El director de la Escuela de Minas, Dr. Bruno Chaucayanqui Quisa, destacó que la UNSA prepara a sus estudiantes con estándares de competencia global. Para ello dispone de laboratorios de ventilación, perforación y voladura, sostenimiento, seguridad y salud ocupacional, además de un centro de cómputo con softwares especializados. A ello se suma la mina en Zumbay, con más de 3 200 hectáreas, que ofrece condiciones prácticas únicas para el aprendizaje profesional.
El acto también sirvió para reflexionar sobre el potencial minero del país. Chaucayanqui evocó a Antonio Raimondi y su célebre frase “el Perú es un mendigo sentado en un banco de oro”, para enfatizar que la explotación de recursos debe orientarse hacia la sostenibilidad y la innovación tecnológica.
La ceremonia puso de relieve, además, que la minería aporta entre 3% y 5% del PBI nacional y genera en Arequipa cerca de 15 mil empleos directos y 50 mil indirectos. A esto se suman proyectos de menor escala en provincias como Caylloma, Camaná, Caravelí, Condesuyos e Islay, que movilizan alrededor de 135 millones de dólares.
Finalmente, se resaltó que Arequipa será sede del PERUMIN 37, lo que reafirma a la región como capital minera del país y a la UNSA como un espacio académico clave en la formación de los profesionales que deberán responder a los desafíos de la minería verde, digitalizada y con uso de inteligencia artificial.

