Celia Izamar Vidal Elguera, arquitecta formada en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA), ha construido una carrera sólida en Italia, demostrando que la excelencia académica y el talento tienen un lugar en cualquier rincón del planeta.
Su camino comienza con una curiosidad infantil por las formas y los espacios, que la llevó a estudiar en la UNSA, universidad que le brindó una base práctica y holística, fundamental para enfrentar los retos de su formación posterior en el Politecnico di Torino. Allí, su visión se amplió desde la arquitectura individual hasta la planificación territorial, entendida como un sistema complejo donde todos los componentes deben convivir en equilibrio.
La adaptación al sistema laboral italiano no fue sencilla: la normativa detallada, la variación regional y la vinculación del diseño con la conservación del patrimonio representaron obstáculos que ella superó con cursos de actualización y una dedicación meticulosa a cada proyecto. Su esfuerzo se vio recompensado con la obtención de la habilitación profesional y su inscripción en el Colegio de Arquitectos italiano, un hito que le abrió las puertas a proyectos significativos.
“Entre ellos, la revalorización del Área del Roero —territorio de alto valor ambiental y paisajístico reconocido por la UNESCO—se destaca”. Un trabajo que conectó quince pequeñas ciudades mediante recorridos peatonales y ciclísticos, y mobiliario urbano diseñado para mejorar la experiencia de los visitantes y poner en valor el territorio. Un ejemplo claro de cómo su mirada integral transforma espacios y fortalece la identidad local.
Al comparar su formación en Perú e Italia, Celia resalta la practicidad del aprendizaje arequipeño frente a la aproximación más teórica italiana —una dualidad que le ha permitido construir una práctica profesional rica y equilibrada. También afirma que la UNSA facilita la internacionalización de sus egresados, gracias a una formación sólida y docentes que fomentan la responsabilidad y la disciplina.
Para los jóvenes peruanos que sueñan con el extranjero, su consejo es claro: mantener la mente abierta a las nuevas tecnologías, pero nunca olvidar la base teórica, histórica y cultural. El esfuerzo, la creatividad y valores como el orden y la puntualidad son claves para abrir caminos. ¿Y su futuro? Seguir trabajando en regeneración urbana, conectando Italia y Perú con proyectos que integren sostenibilidad e identidad, un legado que habla de amor por dos tierras y pasión por construir un mundo mejor. “Finalmente, me gustaría expresar mi agradecimiento a la Unidad de Desarrollo Estudiantil del Egresado y Graduado y a la Oficina de Imagen por el apoyo brindado”, sostuvo.