Urge acción para afrontar problema y estudiantes asumen iniciativa de sensibilización
El suicidio, un fenómeno complejo que entrelaza factores psiquiátricos, sociales, económicos, culturales y familiares, sigue siendo una preocupación latente en Perú. Según datos recientes del Sistema de Información de Defunciones (Sinadef), en enero de 2025 se registró 74 casos de suicidio en el país, mientras que el año 2024 cerró con una cifra alarmante de 735 casos. Las regiones más afectadas durante el año pasado fueron Arequipa (119 casos), Lima Metropolitana (115 casos), Cusco (70 casos) y Puno (59 casos). A estos datos sombríos se suman los numerosos casos de lesiones autoinfligidas, cuyas cifras también generan inquietud.
Ante este panorama desafiante, estudiantes de la Escuela Profesional de Psicología de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA), desde primer hasta quinto año, aunaron esfuerzos para llevar a cabo la primera Psicoferia. El evento tuvo como objetivo primordial sensibilizar a la comunidad agustina sobre la grave problemática del suicidio y proporcionar herramientas preventivas para afrontarla, en el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se conmemora cada 10 de septiembre.
La iniciativa cobró vida gracias a Priscilla Ruiz Pintado, estudiante de intercambio proveniente de la Universidad Nacional de Piura. «En este mes dedicado a la prevención del suicidio, junto con mis compañeros de la UNSA, hemos organizado esta feria informativa con el fin de prevenir la incidencia de esta problemática entre los estudiantes universitarios a través de la consejería. Traemos esta experiencia desde Piura a Arequipa con la esperanza de ayudar a un mayor número de personas», destacó Ruiz Pintado.
Alexia Quispe, estudiante de cuarto año de Psicología de la UNSA, subrayó la importancia de identificar signos clave para la prevención del suicidio. Entre ellos, resaltó la desesperanza, el aislamiento social, el abandono de actividades cotidianas, la ruptura de vínculos y el aislamiento progresivo. Asimismo, mencionó el descuido en la higiene y apariencia personal, acompañado de una pérdida de interés por el futuro, entre otros.
Quispe añadió: «También se identifican comportamientos preparatorios como regalar objetos significativos, despedirse de personas importantes o buscar información sobre métodos letales. El cuerpo también manifiesta señales, como alteraciones en el sueño (insomnio o hipersomnia), cambios abruptos en el apetito y fatiga persistente. En el ámbito académico y laboral, se evidencian disminución del rendimiento, ausentismo, falta de motivación y quejas recurrentes de cansancio».
Esta primera Psicoferia, impulsada tanto por la estudiante de intercambio piurana como por los estudiantes agustinos, brindó a la población estudiantil la oportunidad de reconocer los signos de alarma, conocer estrategias para interactuar con personas en riesgo y facilitar el acceso a la ayuda necesaria a través de los servicios de salud mental disponibles, como el Consultorio de Psicología de la UNSA, que ofrece atención gratuita y está abierto a toda la comunidad arequipeña. La feria incluyó una variedad de actividades lúdicas, tales como un «bailetón», un concurso de K-pop, presentaciones de canto y la participación de la tuna agustina, creando un ambiente dinámico y participativo para abordar un tema tan delicado.