El simulacro multipeligro, realizado a nivel nacional, puso a prueba la preparación de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA) ante situaciones de emergencia. A través de un ejercicio coordinado que simuló un sismo de magnitud 8.0, la UNSA mostró su compromiso con la prevención y respuesta rápida, movilizando a sus brigadas de Defensa Civil, personal médico y la destacada participación de la Brigada de Rescate Minero.
Este simulacro permitió a la comunidad universitaria enfrentar un escenario de colapso en infraestructura clave, como las áreas de Biomédicas, Sociales e Ingeniería, poniendo énfasis en la importancia de una respuesta organizada. La Brigada de Rescate Minero tuvo un rol fundamental al realizar descensos en rapel para rescatar a personas atrapadas en edificios dañados, reforzando las habilidades de rescate vertical en situaciones de alto riesgo.
La Dra. Sonia Mercedes Neves Murillo, jefa de la Unidad de Responsabilidad Social de la UNSA, quien estuvo presente en la actividad, subrayó el impacto positivo del simulacro en la consolidación de la cultura de prevención en la comunidad universitaria. Destacó cómo este ejercicio ha fortalecido la preparación tanto del personal administrativo como de los estudiantes, reflejando el compromiso institucional con la seguridad y la gestión de riesgos.
“Estamos demostrando que en la UNSA estamos preparados para enfrentar situaciones de riesgo. Este simulacro no solo pone en evidencia la madurez de nuestras brigadas, sino también el compromiso de nuestra primera autoridad, el Dr. Hugo Rojas Flores, y de toda la comunidad universitaria para responder de manera efectiva ante emergencias”, recalcó la jefa de Responsabilidad Social.
Bajo la supervisión directa del COE de la UNSA, el Equipo Técnico Especialista en Gestión de Riesgo de Desastres movilizó a sus miembros para la evaluación rápida de daños. Su trabajo, junto con la constante comunicación con la Plataforma de Defensa Civil Municipal y Regional, demostró la capacidad de la universidad para articularse con instituciones locales en caso de desastres reales.
El simulacro no solo fue un ejercicio práctico, sino una oportunidad de reflexión para la comunidad universitaria. Fortalecer una cultura de prevención y preparar a los estudiantes y personal ante desastres naturales es esencial para mitigar los riesgos y salvar vidas. El rector de la UNSA destacó la importancia de estos ejercicios como parte de una estrategia de mejora continua, que busca integrar la prevención de desastres en la vida diaria de la universidad.
Con la ejecución de este simulacro, la UNSA reafirma su liderazgo en la región no solo como un centro de excelencia académica, sino como una institución que prioriza la seguridad de sus integrantes, consolidando su compromiso con el bienestar de la comunidad frente a futuros eventos de riesgo.
Daños en el simulacro
Las áreas académicas y administrativas de la UNSA se vieron severamente afectadas en el simulacro. Edificios emblemáticos como la Facultad de Enfermería, Medicina y Arquitectura sufrieron colapsos parciales o totales, mientras que otros, como los pabellones de Biología y Psicología, fueron declarados inhabitables. Este escenario destacó la vulnerabilidad de infraestructuras antiguas y la necesidad de mejoras en la capacidad de respuesta ante eventos sísmicos de gran magnitud.
En el aspecto humano, el simulacro evidenció un saldo ficticio de 6 fallecidos, 50 heridos graves y 150 personas con lesiones leves. Las brigadas de emergencia instalaron carpas estratégicamente en las áreas de mayor impacto para la atención inmediata de los heridos, mientras que el Puesto de Comando centralizó las comunicaciones y la gestión de emergencias, garantizando una coordinación fluida entre los diferentes equipos de respuesta.