Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA) y la Universidad Complutense de Madrid (UCM) de España, investigaron el uso de arbustos espinosos como plantas nodrizas para promover la regeneración forestal de bosques tropicales en zonas andinas que se encuentran entre los ecosistemas más amenazados en todo el mundo.
Este sitio se encuentra en el desierto peruano-chileno y presenta graves problemas de deforestación y regeneración, agravados por una creciente amenaza del cambio climático, que se caracteriza principalmente por el árbol de la Tara (Tara spinosa), una leguminosa neotropical de alto valor ecológico y comercial. Esta zona ha experimentado una disminución aproximada del 80 % debido a la deforestación.
La investigación se basa en la idea de facilitación entre plantas y puede ser una “solución basada en la naturaleza” adecuada para disminuir los costos de reforestación. Para ello, se instalaron plántulas y semillas de Tara en dos ambientes contrastantes: 1) bajo la cobertura de la planta nodriza y 2) fuera de la cobertura vegetal. Las tasas de supervivencia de las plántulas y semillas germinadas se monitorearon periódicamente de agosto a diciembre.
Los investigadores midieron las condiciones microclimáticas fuera y debajo del dosel de la planta nodriza, incluida la temperatura, la humedad relativa, la humedad del suelo y la iluminación, para evaluar el nicho de reclutamiento.
Al final del experimento, los resultados revelaron las tasas más altas de supervivencia de las plántulas bajo el dosel de la planta nodriza (22,4%) frente a afuera (8,2%), esto se podría relacionar con un mejor comportamiento de las plantas juveniles debido al efecto nodriza de los arbustos, detectándose una reducción significativa de las condiciones ambientales extremas bajo el dosel de la planta nodriza con las temperaturas más bajas y la mayor humedad, así como una reducción significativa de la incidencia de la luz.
Estos hallazgos sugieren que el uso de arbustos locales como plantas nodrizas es un método prometedor para restaurar Tara en el ecosistema de Lomas porque reduce el estrés de la insolación directa y las altas temperaturas y reduce el costo y el esfuerzo de regar manualmente las plántulas después de la siembra.
La investigación se encuentra publicada en la revista Global Ecology and Conservation.