El talento agustino volvió a destacar en un certamen de alcance nacional. Dos estudiantes de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA) obtuvieron el primer y segundo lugar en la categoría de Metalurgia del IV Programa Cantera de Talentos para la Minería, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
Elizbeth Zuleyka Champi Rimachi alcanzó el primer puesto, mientras que Kevin Gustavo Aparicio Huamán obtuvo el segundo lugar, consolidando la presencia de la UNSA como referente en la formación de profesionales para el sector minero. Ambos superaron a decenas de postulantes de diversas universidades del país.
El programa de Cantera de Talentos, que este año reunió a 140 estudiantes seleccionados en las áreas de Minas, Geología, Metalurgia y Ambiental, se desarrolló entre abril y agosto, con una formación intensiva de 143 horas dictadas por especialistas nacionales e internacionales.
Los participantes pasaron por un proceso riguroso que incluyó exámenes semanales, evaluaciones presenciales en Lima y talleres prácticos. El sistema de calificación exigió mantener un mínimo de 80 % de asistencia y una sólida performance académica.
Según el IIMP, la iniciativa busca fortalecer las competencias técnicas de los estudiantes en etapa final de carrera y vincularlos directamente con los retos de la industria minera. En esta edición, se otorgaron 50 becas en Minas, 30 en Geología, 30 en Metalurgia y 30 en Ambiental.
El resultado obtenido por Champi y Aparicio refleja no solo el esfuerzo individual, sino también el nivel de la enseñanza universitaria en Arequipa, que mantiene una presencia constante en competencias de alta exigencia profesional vinculadas a la minería.
Elizbeth Zuleyka Champi Rimachi
«Quiero expresar mi más profundo agradecimiento a mi querida Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, a mi Escuela Profesional de Ingeniería Metalúrgica y al Centro de Investigación y Laboratorios de Metalurgia Extractiva – Río Seco, por ser parte fundamental de mi camino como estudiante y futura profesional. Participar en el IV Programa Cantera de Talentos para la Minería fue una experiencia desafiante que me impulsó a salir de mi zona de confort y a demostrar todo lo aprendido en estos años. Estoy convencida de que el esfuerzo constante, la orientación de mis docentes y la oportunidad de formarme en laboratorios especializados fueron importantes para alcanzar este logro tan especial.
Obtener el primer puesto en mi carrera dentro de este programa es un motivo de orgullo, pero también un recordatorio de que detrás de cada logro hay una preparación sólida y el acompañamiento de quienes creen en nuestro potencial. La UNSA me enseñó no solo conocimientos técnicos, sino también valores como la resiliencia, la disciplina y el compromiso, y me brindó un espacio de vida universitaria donde, a través de las organizaciones y voluntariados impulsados por los propios estudiantes, pude fortalecer habilidades de liderazgo, trabajo en equipo y comunicación, que hoy me motivan a seguir creciendo».
Kevin Gustavo Aparicio Huamán
«La IV Cantera de Talentos para la Minería fue una experiencia que marcó un antes y un después en mi formación. Fue un reto personal y académico que me impulsó a salir de mi zona de confort. Mi más sincero agradecimiento a la UNSA, que ha sido el pilar de mi camino como estudiante. A través de la Escuela Profesional de Ingeniería Metalúrgica y del Centro de Investigación y Laboratorios de Metalurgia Extractiva – Río Seco, recibí una sólida preparación académica, y la oportunidad de crecer como persona. La UNSA me ha enseñado que la ingeniería no se limita al conocimiento técnico, sino que también exige visión, compromiso y servicio hacia la sociedad.
Quiero expresar mi agradecimiento a todos mis docentes, quienes con su dedicación y guía han contribuido de manera significativa en mi formación. Asimismo, valoro profundamente los aprendizajes obtenidos en los laboratorios de investigación y práctica, espacios que me han permitido aplicar la teoría a la realidad y fortalecer competencias esenciales para mi desarrollo profesional. Finalmente, nada de esto habría sido posible sin el apoyo incondicional de mis padres, quienes con su esfuerzo y confianza han sido la base de cada logro alcanzado. Ellos me enseñaron que el sacrificio y la perseverancia siempre conducen a resultados que valen la pena. Este reconocimiento no es un final, sino el inicio de nuevos desafíos que asumo con orgullo, compromiso y la convicción de seguir representando a la UNSA con lo mejor de mí».