Estudiantes de Biología investigan biodiversidad de Murucancha

Centro Poblado de Characato posee una variedad de especies que no están protegidas.

En el distrito de Characato, se encuentra Murucancha, tierra desconocida que ostenta una belleza única, en la que un grupo de estudiantes de la Escuela Profesional de Biología de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA), investigaron la flora y fauna del lugar que se encuentra a 36 minutos de la plaza de armas de Arequipa, localizado a 3392 m.s.n.m entre los anexos de Mosopuquio y Tucumpaya.

Murucancha se encuentra a 36 minutos de la plaza de Armas de Arequipa

Este hábitat deslumbra por su biodiversidad única, entre los bosques de queñua, (Polylepis, género alto andino de plantas que incluye pequeños árboles y arbustos), danzan en los cielos coloridas aves, algunas endémicas; mientras que reptiles y ratones completan este cuadro de la naturaleza en su máxima expresión.

Investigador Andy Arcco con estudiantes

Hasta esta tierra desconocida llegaron los estudiantes que culminaron el sexto semestre de Biología, Danna Choque Paredes, Noemí Enríquez Alcahuaman, Diego Pérez Mamani, Fabiana Rivas Málaga y Shande Zevallos Taco, quienes en varias oportunidades visitaron esta zona poco estudiada, pero con mucha vida y riqueza ecológica, en donde realizaron investigaciones de seminario del curso de Zoología de Vertebrados.

Apoyados por el investigador Andy Arcco Mamani, integrante del Museo de Historia Natural de la UNSA – MUSA, realizaron el registro de especies del lugar; logrando identificar 19 entre aves, reptiles y mamíferos. 

Fabiana Rivas detalló que las imágenes registradas son el resultado de un arduo trabajo de tres salidas de campo, de tres días cada una. Utilizaron diferentes equipos para capturar los especímenes, como redes de niebla en caso de aves y trampas Sherman para mamíferos.

“Estos instrumentos permitieron la colecta de muestras vivas, para registrar datos cualitativos (color, forma, características físicas como el tipo de pico, patas y otros), así como cuantitativos (longitud total del cuerpo, del ala, del pico, de la cola, etc.)”, precisó la estudiante de Biología.

Entre los bosques de queñua, danzan en los cielos coloridas aves, algunas son endémicas.

Resaltar que este trabajo forma parte de las actividades de responsabilidad social que presentan todos los universitarios al término de cada semestre, permitiendo a los futuros biólogos, reconocer y valorar a las distintas especies que cohabitan en nuestra región, así como dar la alarma de que estos lugares no están protegidos.

Entre las especies que lograron observar se encuentran:

Aves:

Bandurrita andina (Upucerthia validirostris), encontrada en el bosque de queñuas, se caracteriza por el pico largo y curvo que le ayuda a escarbar en el suelo para encontrar insectos para alimentarse.

Pinchaflor gorginegro (Diglossa brunneiventris), se caracteriza por su llamativo color rojizo en el pecho, contrastante con el negro de su lomo. Su pico termina en punta, ayudándole a capturar insectos.

Jilguero oliváceo (Sicalis olivascens), avistado en una quebrada cerca del río, resalta del paisaje gris por su plumaje amarillo verdoso.

Pitajo canela (Ochthoeca oenanthoides), el cual posee una llamativa franja blanca encima de los ojos y en la base del pico tiene vibrisas, pequeños bigotes que cumplen la función sensorial.

Fringilo de pecho negro (Rhopospina fruticeti), plumas de color grisáceo y negro con franjas blancas en las alas; resalta su pico de color naranja intenso, que le ayuda a comer semillas secas y duras.

Tijeral listado (Leptasthenura striata), su característica más resaltante es su cola, que termina en forma horquillada o de tijera, razón por la cual se le dio el nombre.

En la zona de Murucancha se encuentran especies de aves endémicas de Arequipa y algunas y otras que solo pueden ser vistas en los bosques de queñuas.

Colibrí negro (Metallura Phoebe), hermoso ejemplar propio de Arequipa, que frente a la luz sus plumas presentan iridiscencia, dándole brillos rojizos y verdes.

Ave de la queñua (Conirostrum binghami), únicamente se le encuentra en los bosques de Polylepis, su nombre se debe a la coloración canela de su pecho, muy similar al que presentan los troncos de queñua en donde vive.

Azulito altoandino (Xenodacnis parina), también se le encuentra en los bosques de queñuas exclusivamente, de color azul muy intenso, presenta pequeños destellos negros en las plumas de las alas.

Este mágico lugar también es hogar de muchas especies de mamíferos pequeños, como roedores que se esconden entre las quebradas y matorrales como el ratón campestre moreno (Akodon subfuscus) y el pericote de panza gris (Phyllotis xanthopygus).

Ratón campestre moreno

Pericote de panza gris

Liolaemus

Fotografías proporcionadas por los estudiantes de la Escuela Profesional de Biología que realizaron la investigación.

Estudiantes identificaron 19 especies entre aves, mamíferos y reptiles