El 22 de noviembre por la noche, se presentó el libro por los 50 años del Ballet Folklórico de la UNSA en el Centro Cultural de la universidad. Autoridades Agustinas y los miembros de diversas promociones de ballet estuvieron presentes remembrando los inicios de esta icónica agrupación.
La fundadora del Ballet Folklórico de la UNSA, Lucy Abarca Valencia, recordó que el deseo de dar a conocer las danzas folklóricas de Arequipa nació después del primer Festidanza de 1971, ante la ausencia de las danzas típicas de la región.
Recibió el apoyo de sus compañeros y buscó la colaboración de las autoridades de la Casa Agustina para iniciar un proceso de investigación. En la década del 70 este tipo de información no estaba cataloga o institucionalizada, tarea que por su entusiasmo lograron los primeros miembros del Ballet.
“La primera información la recogimos de una picantería. Una dueña nos enseñó cómo se podía bailar una marinera, una pampeña, un carnaval, de una manera muy rudimentaria, sin conocimiento de que podría llevarse con una coreografía, uniformidad en los pasos no solo personales si no de grupo”, narró emocionada.
Abarca reconoció y agradeció a los primeros participantes por su tiempo y su amor por la agrupación. “Tuvimos el aplauso y fuimos aceptados por los arequipeños. Fue muy emocionante y cada representante de la primera promoción lo sentía así y todos tuvieron esa recompensa de decir que Arequipa tiene danzas folklóricas” acotó.
Al finalizar, felicitó a quien lideró al Ballet durante los últimos 25 años, Pablo Enrique Ortiz Martínez, que se encargó de inculcado los valores de esta agrupación universitaria y cuyos integrantes siguen dejando en alto su nombre y las danzas típicas de nuestra ciudad. “Pablo, estoy orgullosa de haberte dado la posta y estés 25 años al frente del Ballet”, dijo.
A su turno, Pablo Ortiz, agradeció la confianza y el apoyo de las autoridades. Uno de sus recuerdos más gratos es como al viajar al extranjero, sus pares los consideraban profesionales de la danza, cuando ellos eran una agrupación amateur.
“Muchachos gracias. Dios los bendiga, sigan adelante y sigan sus profesiones, porque el arte es una experiencia bonita pero, lo más importante es que tengan su profesión porque el arte se lleva al lado”, aconsejó.
Pablo Ortiz, entregó 46 años de su vida al ballet como miembros del electo y ahora como director, teniendo a su cargo la agrupación. Su última reflexión estuvo dirigida a las futuras generaciones, para que los padres inculquen en sus hijos el amor por el arte y quieran lo nuestros y sobre todo se preserven las tradiciones.